Los poros obstruidos siempre han estado ahí. Desde que éramos adolescentes o ,en algunos casos, desde muy niños. Acné, puntos negros o espinillas son algunas de sus formas.
Estéticamente no son lo mejor, lo sabemos. A veces aparecen en zonas muy visibles, otras, en lugares ocultos pero muy dolorosos…Los poros obstruidos siempre han sido enemigos de una piel limpia, brillante y cuidada.
¿Qué debo evitar para que no se obstruyan los poros?
Seguramente, en tu día a día realizas acciones y gestos que desembocan en el rostro, ya sea de manera consciente o inconsciente. ¡Toma nota!
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Ir a dormir con el rostro totalmente limpio
Sí, amigos, es imprescindible una limpieza del rostro diaria. Como ya habrás escuchado mil veces, ir a dormir con maquillaje o con el rostro sucio del sebo y polución generado durante el día ayuda a generar poros sucios y sebo que puede desencadenar en una piel rugosa, irregular y acnéica.
Antes de ir a dormir elimina todo el maquillaje del rostro, si lo tuvieras, y haz una limpieza facial con jabón para terminar de restar toda la grasa y polución del día.
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Evitar la exfoliación
Sabemos que una buena rutina de belleza conlleva muchos pasos a seguir que, a veces, cuestan seguirlos diariamente a rajatabla.
La exfoliación, por suerte, es uno de esos pasos que solo debes realizar, como máximo, dos veces al mes (en el caso que tengas la piel normal). Para pieles secas es recomendable realizar una exfoliación al mes o cada 3 semanas. En el caso que tengas la piel grasa y propensa al acné, es recomendable una vez por semana o cada 10 días.
La exfoliación facial ayuda a eliminar las células muertas del rostro, el sebo, la polución y restos de impurezas que pueda quedar tras la limpieza. Da paso a una nueva piel, joven, brillante y nueva para lucir sin temor.
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Manosear la cara de forma consciente o inconsciente
No hay mucho más. Ya nos hemos dado cuenta, con esto de la pandemia, que nos tocamos la cara más veces de las que pensábamos, depositando bacterias, suciedad y demás en la piel.
En la medida de lo posible, intenta disminuir las veces que te tocas el rostro. Poco a poco, las veces que lo hagas de forma inconsciente irán disminuyendo.
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Mantén la ropa de cama limpia.
Puede sonar bastante obvio, pero mantener semanalmente las sábanas, almohadas y ropa de cama en general, limpia ayuda a no acumular grasa y suciedad en ellas donde descasarás el rostro durante toda la noche.
No servirá de mucho si mantienes una buena rutina de belleza nocturna y al irte a dormir, la ropa de cama no se cambia desde hace semanas.
Un rostro limpio y sin poros obstruidos es fácil de conseguir si se tienen en cuenta estos hábitos básicos y se es consciente de otros rutinarios que afecten a la higiene de la piel (como hablar horas por el móvil, por ejemplo).
Solo tienes que detenerte un momento, observar tu día a día y analizar qué puedes corregir o mejorar para la salud de tu piel.
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